Véase del primero, su importante artículo «Observaciones sobre la novela contemporánea»; de Valera, su prólogo a sus Cuentos, y a su traducción de Dafnis y Cloe; y de Pardo Bazán, sus capítulos de La cuestión palpitante dedicados a la genealogía de la novela. Sobre esta tradicional dependencia novela-cuento, que desvirtúa, sin duda, la naturaleza de ambos géneros, véase L. Beltrán Almería, «El cuento como género literario», en: Teoría e interpretación del cuento, P. Fröhlicher y G. Güntert (eds.), Suisse, Peter Lang, 1995, pp. 15-31. (N. del A.)
Sobre la misma, véase M. Baquero Goyanes, La novela española vista por Menéndez Pelayo, Madrid, Editora Nacional, 1956. (N. del A.)
Véase el mencionado artículo de A. Ezama, así como su estudio, «Datos para una poética del cuento literario en la España de la restauración: los prólogos de las colecciones. Otros escritos», en: Teoría e interpretación del cuento, op. cit., pp. 263-281. (N. del A.)
Concluirá la lección con una definición de los que considera constituyentes esenciales del género y con el análisis de sus distintas formas. (N. del A.)
Así, Emilia Pardo Bazán. Véase C. Patiño, Poética de la novela en la obra crítica de Emilia Pardo Bazán, Universidade de Santiago de Compostela, 1998. (N. del A.)
Cf. su introducción a su traducción de Dafnis y Cloe. En la misma y al referirse como es habitual, a la historia del género, Valera citará entre otros autores a Huet. (N. del A.)
Cf. C. Patiño, op. cit., p. 103. Tal situación lejos de resultar novedosa, es propia de toda una tradición anterior. (N. del A.)
Para la literatura inglesa pueden verse los testimonios de los propios escritores, recogidos en su valiosa antología por M. Allot, op. cit., pp. 55 y ss. (N. del A.)
Sobre la posición valeresca ante la novela, existen varias aproximaciones. Puede ser consultada, al respecto, la útil antología de A. Sotelo, El arte de la novela. Juan Valera, Barcelona, Lumen, 1996. (N. del A.)
Cito por la edición de R. Navas. El Romanticismo español. Documentos, Salamanca, Anaya, 1971, pp. 262-266. (N. del A.)