131
Navarro, p. 188. En lo que sigue me baso en las respectivas páginas de este manual.
132
Dorothy Clotelle Clarke, «Some Observations on Castilian Versification of the Neoclassic Period», Hispanic Review, XX (1952), 235.
133
Copio el texto del ms. conservado en la biblioteca de la Universidad de Utrecht. Lo publicó R. Foulché-Delbosc en Revue Hispanique, I (1894), 190.
134
(Valencia, Ildefonso Mompié, 1817), p. 129.
135
Véase, sobre este tema, mi artículo «Cadalso y la oda pindárica», Coloquio internacional sobre José Cadalso: Bolonia, 26-29 de octubre de 1982 (Abano Terme, Piovan, 1985), pp. 295-316.
136
Nicolás Fernández de Moratín, Poesías inéditas, ed. R. Foulché-Delbosc (Madrid, Murillo, 1892), pp. 22-26.
137
Ibid., pp. 19-21. Hay otra versión del mismo poema en BAE, II, 21.
138
Corrijo este verbo, que por evidente errata es muere en la ed. de Foulché-Delbosc.
139
Cf. el mismo motivo en una oda consolatoria a Tavira, fechada provisoriamente en 1781: «cual delicada rosa / que se agosta y fenece / el día en que florece»(432.13-15).
140
La asociación de un río, y de un río violento, con la cuna del poeta podría derivarse de Horacio, Carm. III.xxx, 10: «Dicaz, quo violens obstrepit Aufidus...»
.