1
L. Antón de Olmet y A. García Carraffa, Los grandes españoles. Galdós, Madrid, Imp. «Alrededor del mundo», 1912, p. 48. En 1886, el mismo Galdós había dicho a Narciso Oller: «Yo no soy ni seré nunca político. He ido al Congreso porque me llevaron y yo no me resistí a ello, porque deseaba ha tiempo vivamente, conocer de cerca la vida política. Ya dentro del Congreso cada día me alegro más de haber ido, porque sin mezclarme en nada que sea política activa...» W. H. Shoemaker: Una amistad literaria: La correspondencia epistolar entre Galdós y Narciso Oller, Barcelona, Real Academia de Bellas Artes, 1964, p. 33.
2
H. Ch. Berkowitz, Benito P. Galdós, Spanish Liberal Crusader, Madison, The Univ. of Wisconsin Press, 1948. Al referirse a la elección como diputado «cunero» en 1886, dice que su interés por los debates parlamentarios era «little more than that of a spectator», p. 197.
3
Hans Hinterhäuser cree que el compromiso político de Galdós en la última etapa es una muestra de «senilidad», rasgo del que no se liberan, incluso, ciertos personajes de los últimos Episodios que «se ven afectados del anarquismo senil galdosiano», en Los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós, Madrid, Ed. Gredos, 1863, p. 215.
4
F. C. Sáinz de Robles, Pérez Galdós. Vida, obra y época, Madrid, Vasallo de Mumbert edit., 1970, pp. 147-48.
5
A. Regalado García, Benito Pérez Galdós y la novela histórica española, Madrid, Ínsula, 1966, p. 440.
6
Op. cit., pp. 211 y 261.
7
Op. cit., pp. 191 y 193.
8
Op. cit., p. 436.
9
Op. cit., p. 440.
10
Ibidem.