341
Véase Ramiro de Maeztu, «Por Cataluña» (AE, XXIII, 30 abril 1904, 9-10). (N. del A.)
342
Este mismo autor en «La factoría de Río de Oro» (AE, XVI, 21 febrero 1904, 4-5) nos expone la situación en que se halla la factoría llamada «Villa Cisneros» en la Península de Río de Oro. (N. del A.)
343
La decadencia de la aristocracia, clase social que simboliza a la España decaída y extenuada, la podemos ver también en los artículos: José Martínez Ruiz, «La farándula. Mariucha» (AE, II, 15 noviembre 1903, 4); Luis Gabaldón, «Caricatura de periodistas. En casa de los Marqueses» (AE, IV 29 noviembre 1903, 8) y en Ramiro de Maeztu, «Los aplausos de las damas barcelonesas» (AE, XXI 16 abril 1904, 5-6). (N. del A.)
344
Véase Manuel Bueno, «Crónica. El arte de vivir» (AE, VI, 13 diciembre 1903, 2). (N. del A.)
345
Véase Fabián Vidal, «Las mujeres y el arte», (AE, XXIII, 30 abril 1904, 7-8). (N. del A.)
346
Véase Manuel M. Barroso, «¡Alma española... ¿y el cuerpo?» (AE, V, 6 diciembre 1903, 11).
347
La explicación de los hechos acaecidos en el crimen de don Benito la podemos encontrar en: Augusto Martínez Olmedilla, Cien años y un día, Aguilar, Madrid, 1960, pp. 280-285. Su historia novelada la tenemos en el libro de José Manuel Vilabella, El crimen de don Benito, Eds. Albía, Espasa-Calpe, Madrid, 1983. (N. del A.)
348
Véase el artículo de Ramiro de Maeztu «Bilbao íntimo. Sigue el conflicto» (AE, I, 8 noviembre 1903, 7-8). En él nos dice que para que cese el conflicto en Bilbao es preciso que los intelectuales prediquen la paz social y el olvido del pasado. Podrían representar a los obreros pero éstos ni los escuchan. «A Bilbao sólo le llevará a la paz la misma guerra», acaba diciéndonos Maeztu. (N. del A.)
349
Véase también «En el tormento» (AE, XIII, 31 enero 1904, 14). En estos versos Vicente Medina denuncia la exportación de una niña en el circo. Trabaja en el trapecio sacudida por el aplauso del insaciable público que le pide más de lo que sus posibilidades físicas le permiten. (N. del A.)
350
Esta misma idea sobre la mujer la vemos en Miguel Sawa, «Fraternidad humana», (AE, XVIII, 13 marzo 1904, 15). (N. del A.)