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Las memorias históricas de este Prelado, omitidas por la España Sagrada303, descubiertas por Villanueva304 y ampliadas por nuestro sabio correspondiente el Sr. Alsius305, se encierran entre los años 1003 y 1008. Las de Hacfredo, su antecesor, llegan hasta el año 957; y las del sucesor (inmediato?) Bonfill comienzan en 1017.
El documento inédito que acompaño y he transcrito del Cartoral306 inagotable de la catedral de Barcelona, nos hace ver al abad Guadamiro actuando (12 Febrero, 999) como primer albacea ó marmesor de la difunta Bella sobre una partida de tierra, sita en el término de Pertegás307.
La escritura omite el nombre del monasterio; mas lo podemos
colegir observando que la donante, Bella, no había de poner el
testamento de su última voluntad en manos de quien rigiese una comunidad
demasiado lejana del radio comprendido entre Pertegás, donde
poseía el predio y Barcelona, á cuya Sede Catedral lo legaba.
Tres abadías no se habían fundado aún308: San Marcial de Monseñ, San Salvador de Breda y
San Pablo del Campo de la ciudad condal. Tampoco existía el monasterio
de San Miguel del Fay309. Eran abades: Odón en San
Cucufate del Vallés310; Folquer en Santa Cecilia de
Monserrat311; Seniofredo en Bages312,
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y otro Seniofredo en
Ripoll313; Dodo en Camprodón314; Adalberto en Santa María y
Wifredo en San Pedro de Besalú315; Abbón, ó Abbodela
() en San Llorens
del Mont, cerca de Sous, lugar visible desde el pintoresco lago de
Bañolas316; Amalrico en Amer317; Arnulfo en San Félix de
Gerona318, y Soniario, ó quizá
Lunesio en Santa María de Rosas319. De los abades que riuieron el
monasterio de San Pedro de Galligans en Gerona, las memorias nominales empiezan
con Guifredo en 1019320, fecha del concilio al que
juntamente asistieron Landrico, abad de Guíxols, y Vivas, abad de San
Pol de Mar321. Hasta esta fecha la historia
de las dos últimas abadías322yace
en oscuridad profunda. La reducción, en buena crítica, del
monasterio abacial que buscamos, propende de consiguiente al de
Bañolas.
Hé aquí el documento:
F. F.